Art… ¿hasta qué punto estoy siendo un pararrayos?


… Cuantas veces, sucede que nos encontramos envueltos en problemas que no son nuestros, pero que inconscientemente nos envolvemos, e luego sucede que es mejor no opinar, y tampoco tratar de solucionar los problemas que no nos corresponden…

¿Cuantos inconvenientes se pudieran evitar, si uno tuviese la sabiduría para distinguir entre las complicaciones de los demás y los limites personales?

… Sufrir gratis, no es muy recomendable… Con tantos problemas y complicaciones que hay en el mundo hoy en día, es importante aprender a tomar distancia y no agrandar o lastimar más de la cuenta… Cuando una persona se involucra: … sufre, opina, critica, y hasta se disgusta tomando la responsabilidad por algo que no le concierne…

… Lo que sí, el poder observar y escuchar sin opinar, puede ser un gran atributo personal… El silencio, la calma y la comprensión sincera, pueden muchas veces ayudar a resolver mejor una situación, en lugar de opinar y echarle más “leña al fuego,” que solamente provoca un incendio sin sentido, y donde no es suficiente apagar el fuego con un balde de agua, mas, que se necesita el “cuerpo de bomberos,” que no siempre se consigue encontrarlo a disposición cuanto la certeza de poder apagar el fuego…

       La voluntad de querer ayudar, interviniendo hace que la situación empeore con determinadas reacciones que no siempre son racionales y, en este momento percibimos el error y nos arrepentimos del habernos involucrados…

… Podemos observar que en el caso que una persona trae una carga emocional pesada, o se encuentra en un estado acelerado, que le impide razonar con calma, solo reacciona visceralmente…… Si de verdad se quiere ayudar, es recomendable convertirse en un espejo emocional, y reflejar lo que la persona está sintiendo y desde luego: no opinar…

… Cuando es el otro que está sufriendo, tiene problemas o vive una crisis, y el poderlo calmar, ofreciéndole un punto de vista objetivo o motivándolo a aislar su problemática, para que pueda poner entre paréntesis la carga emocional que siente, para que pueda disminuir su tensión, es una ayuda extraordinaria…
Pero es da ser tratado con mucha cautela y esta posición no siempre es comprendida… De modo, que parece bien poder crear una plataforma neutral que, de claridad, armonía y la posibilidad para solucionar el problema, sin que uno se involucre, de forma que es maravilloso…… El involucrarse, exponer puntos de vista y opiniones ajenos, solamente confunde y en la mayoría de los casos agranda o complica el problema… Cuando una persona siente que le “dan cuerda,” y le dan más importancia a los puntos de vista y sentimientos de la persona que escucha, sin ver la cuestión directa del problema, entonces, en lugar de ayudar, se toma partido… y la situación empeora…

… Evidentemente que duele, ver como los seres cercanos tienen dificultades… Sin embargo, el involucrarse y cargar con los problemas de otros, entorpece el proceso de resolución de la situación particular, y también intoxica la relación personal…

Se tiene que tener mucho cuidado y no comprar problemas gratis, estos abundan y no sirven de nada… Por más que lo que se escuche sea doloroso, … hay que tener la fortaleza para reconocer que “éste no es mi problema,” hay que dejar que lo solucione su dueño…Se puede y se debe sentir empatía, hay que tener la posibilidad de escuchar y apoyar, pero no se debe solucionar o hacerse responsable de un problema ajeno… porqué se puede llegar a pagar consecuencias y culpas gratuitas… En este sentido muchas veces es probable que surja en nuestra consciencia la posición del “ayudar el prójimo” y aquí es el peligro de que no siempre sabemos interpretar lo que es mejor con nuestro egoísmo… Pocas veces nos preguntamos: ¿y si por acaso fuera yo en el lugar opuesto?…Esto es un verdadero desafío que se nos presenta muchas veces, y me gusta analizarlo y luego a meditar los siguientes puntos:

– Los problemas ajenos, no son tuyos. Pero, para eso se tiene que analizar:

  • Perspectiva – claridad para reconocer de quien es el problema…
  • Respeto – establecer límites personales…
  • Ojo noble – percepción positiva para encontrar puntos positivos que aclaren o solucionen…
  • Valor – fortaleza para no involucrase, ni juzgar a los problemas de los otros…
  • Calma – distancia y tranquilidad para poder escuchar y dejar fluir la situación

Afirmación Positiva… Los problemas de los otros no son mis problemas. Tengo la fortaleza para poder escuchar sin opinar… Sé que cada persona tiene la posibilidad de resolver sus problemas sin que yo intervenga…. La mejor ayuda que puedo ofrecer es el ser neutral, objetivo y sensible. Tengo que dejar que la persona aprenda su lección… Puedo ayudar mucho más,  cuando no compro los problemas ajenos…

Como no comprar problemas ajenos

* – Lo que sucede, no siempre es un problema personal… Si el problema no depende de tu acción, no lo puedes controlar o cambiar, no es un problema que puedes solucionar, deja fluir las cosas…

* – Tú eres responsable de tus acciones y de las palabras que dices… Problemas en el mundo sobran… Cuando una persona, toma conciencia propia, del poder que tiene para no involucrase, ni hacer más grande las cosas, mejora su entorno y su calidad de vida…

* – No se puede controlar todo lo que sucede… Es difícil entender lo que sucede internamente, sobre todo porque no se conocen todos los detalles… A pesar de tener buenas ideas e intenciones, es importante dejar que cada quien, solucione sus conflictos.

Comentario

Si se quiere realmente ayudar el prójimo, cuando la conciencia está reclamándonos, solo se puede solucionar los problemas que se pueden controlar; … y cuando el otro pide y participa en querer ser ayudado, en este caso es que se puede donar el Amor, para que el prójimo pueda sentir su calor, … y lo demás, hay que dejarlo fluir y tener fe en Dios… El Dios Creador…

Nomís Símon… el caminante….

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